Fallas

En estas fechas intento evitarlo, pero me es imposible. La pólvora, el fuego... No puedo ignorar que vuelve a ser época de Fallas, tampoco puedo obviar que es la quinta vez que no puedo ir. Echo de menos deambular por Gandia vistiendo el blusón y el pañuelo típicos, lanzando petardos desde el momento de la despertà; apresurarme para llegar a la estación de Renfe antes de que comience la mascletà. Asistir a la plantà, la Ofrenda Floral a la patrona, la entrega de premios. Extraño pasar el día de San José con mi abuelo, disfrutando del fin de fiesta a toda prisa para no perdernos nada. Carrer Major i Passeig, Lluis Belda, Plaça El-liptica, Serpis, Plaça Prado... Lo único que me queda es contemplar la cremà una vez más por la tele y albergar la esperanza de poder retornar el año que viene a esa fiesta en la que me siento realmente cómodo.