viernes, 16 de agosto de 2013

Madrid, ciudad suicida.

Vengo de una ciudad no apta para todo el mundo, aunque no lo parezca. Esta ciudad te hace vivir sensaciones que no cambiarías por nada en el mundo, también es una ciudad que te eleva para más tarde dejarte caer. Lo peor de esto es que muchas veces la ciudad, metafóricamente, te deja probar una pequeña cucharada del menú para después retirarte el plato y dejarte con un mal sabor de boca por el hecho de no poder seguir disfrutándola.
Es una ciudad con dos caras. La diversidad y la intolerancia. Tiendas de lujo y mendigos a sus puertas. Miles de rincones por descubrir y que suelen quedar en el olvido...
Madrid es una ciudad tan bipolar que muchas de las veces que me preguntan si me gusta, la única respuesta que se me ocurre es un "no sé, lo mejor es conocerla".

No hay comentarios:

Publicar un comentario