He pasado un tiempo bloqueado. Un tiempo en el que vivía un continuo quiero y no puedo. Me costaba expresar de una manera mínimamente coherente cómo me sentía. Volví a ver una parte de mí que pensé que no volvería a presenciar nunca, mostré lo peor de mí, y es algo que debo enmendar. Aún no sé de qué manera, pero lo haré, que no quepa la menor duda. Después de bastante tiempo, creo que ya puedo decir sin miedo a equivocarme que he conseguido pasar página, y que todo por lo que he pasado, sólo ha conseguido fortalecerme y curarme de espanto.