Sí, no te voy a engañar, encontré tu poemario por casa y me volvieron los recuerdos. Me volvieron tus "te quiero", nuestras tardes leyendo en los bancos del Retiro. Vamos, nosotros. Quiero pensar que te irá bien en la vida, que de vez en cuando te acordarás de mí aunque la mayoría del tiempo no me lo merezca. A veces pienso en escribirte un simple qué tal, pero siempre me pueden los nervios. En verdad sigues dentro de mi corazón, ayudándome a no caer cuando las cosas van mal, a tranquilizarme cuando estoy frustrado, a seguir pensando que alguna persona habrá que me quiera en algún sitio y que aún no la he encontrado. Sabes que lo que escribo puede ser más o menos bonito, enrevesado o sencillo, pero tienes la certeza de que es sincero.
Te echo de menos. Te quiero. Por estar, por ser, por existir..